La historia nos dice que todo comenzó con un florero. Era viernes 20 de julio y día de mercado cuando un criollo fue a pedir prestado un florero. Un acto, en apariencia efímero, desató en un enfrentamiento entre criollos y españoles y culminó en la INDEPENDENCIA DE COLOMBIA.
Sin embargo, hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como aquellos que habían caracterizado la vida política colonial. Fue la consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en cascada y desembocaron en una gran rebelión del pueblo.
Este desacuerdo entre criollos y españoles fue la excusa diseñada para que las clases populares permitieran la creación de un gobierno que sustituyera al virreinato y terminara los vínculos con el Rey y con España; y aunque solo 9 años después pudo materializarse por completo la Independencia de Colombia, el 20 de julio de 1810 es considerado el día en el que se prendió la chispa que inicitó al pueblo a movilizarse para conseguir su libertad.